Reflexiones de mi antiguo blog "el caos y un poco de todo"...


27 marzo de 2006


UN RECUERDO QUE OLVIDAR.....


Hoy llevo todo el día dándole vueltas en la cabeza a una cosa, que me trajo de nuevo pensamientos de esos "raros", que acaban complicándome la existencia. No es que me guste estar a todas horas recordando tonterías que me amargan la vida, pero precisamente el sábado por la noche, pude observar una cosa, en alguien que le pasó igual que a mí, pude ver el miedo en sus ojos cuando se volvió a encontrar con la persona que le hizo que su vida cambiase, que esté en tratamiento de por vida...; pero no sólo pude darme cuenta de este pequeño detalle, también, pude observar la mirada de odio de su agresor ¿por qué?, porque estuvo varios meses en la cárcel y porque cuando salió de ella, mató a otra persona y volvió a entrar; pues ahora está de nuevo en la calle, yo quiero creer que las personas cambian, pero me doy cuenta y cada día más, que no se puede cambiar a nadie...; no es justo que haya personas que no puedan ni salir a la calle por miedo, porque defendieron sus derechos, ¿a qué vamos a llegar?, hay que seguir soportando humillaciones, tenerse que ir de un sitio por no ver a tu agresor, tener que estar en tratamiento y además ir a todos sitios con gente que te pueda defender, pues no es justo.

Me ví reflejada en su situación, porque es lo que más o menos me ha tocado vivir a mí, pero nunca he huido, he tratado de seguir hasta que ya no podía más. Un tuve que contar la verdad, no podía contárselo a nadie, pero siempre hay alguien que escucha, a partir de ahí, me he encontrado de todo, ayuda, rechazo, indiferencia, ..., pero lo que más duele no es lo que te encuentras, sino tener que convivir diariamente con esas personas, las que marcaron de manera nefasta tu vida, y ser tú quien tengas que agachar la mirada y marcharte a otro sitio.

Mi situación era casi peor, porque a parte de ser de la familia, para mis padres se convirtió, en otro miembro de la casa. Yo no me comunico mucho, me gusta aislarme y desaparecer sin que sepan donde estoy; pero tampoco se daban cuenta de mi situación (por lo que no culpo a nadie, ni mucho menos a mis padres).
Fue pasando el tiempo, mis problemas continuaban, en el instituto mi tutora me mandó varias veces al psicólogo escolar, pero siempre sabía como ingeniármelas para no contar la verdad (llegaron a pensar que sufría algún tipo de autismo, por mi forma de comportarme; pasé por anorexia nerviosa, comía pero no lo asimilaba); fueron pasando más cosas, casi sin importancia, y llegó la hora de que me tenía que ir fuera a estudiar...
Cuando me fui, me pareció que me alejaría de los problemas para siempre, y en parte fue así (en dos meses recuperé unos 11 kg que me faltaban y me quedé como estoy); pero empezaron otros..., volvía a casa los fines de semana, y era una completa extraña dentro de mi familia, además alguien estaba ocupando mi puesto (alguien a quien no puedo soportar, ni quiero volver a ver), era uno más de la familia, mis padres y hermanos tenían más confianza ya con esa persona que conmigo, y tenía que seguir en silencio (llevaba ya demasiado tiempo en silencio 14 ó 15 años entonces, para hablar en ese momento).
Me sentía aún más aislada, sin ganas ni de volver a casa, incluso había pensado acabar con mi vida (pero es lo mejor que tengo por ahora para desperdiciarla de esa forma...), tenía que contárselo a alguien y eso hice a través del móvil (cara a cara, no era capaz de decirlo a nadie) y me encontré una sorpresa, otra vez casi me encuentro con la misma historia al otro lado del móvil, ..., me sirvió de alivio contarlo, y saber que podía contar con alguien.
Pasaron los meses y un día de los que estaba en mi casa "de visita", me dí cuenta de que ponía nerviosa a la "intrusa" contando recuerdos de cuando era pequeña, y ahí comenzó mi plan: los recuerdos,..., comencé recordando el abecedario griego que me aprendí durante unos días en su casa cuando era pequeña (y ojalá nunca hubiese estado en su casa), contando recuerdos de cuando nació mi hermano,..., poco a poco fui sometiéndola a presíon psicológica (si es que se puede llamar a esto así), me llevó varias semanas, pero estoy segura de que sabía que acabaría sabiéndose la verdad, por lo que se fué de casa para siempre (se enfadó con mis padres, les dijo de todo, encima de que se han portado bien, mejor que conmigo incluso), mis padres no comprendían lo que había pasado.

Al año y pico, el día de reyes, para que no se me olvide, se lo dije a mi madre, le conté lo que había pasado; pero en casa no se habla del tema. He sido fuerte muchos años, he sabido luchar y sufrir en silencio sin llorar, no me he derrumbado y siempre he encontrado motivos para seguir adelante.

Lo que no comprendo es la sangre fría que tienen algunas personas, que hacen daño y pueden seguir su vida aparentando que son una cosa cuando en realidad no son nada más que "carroña humana", por eso la vida a unos nos enseña a luchar solos y no ser capaces ni de matar una hormiga (no por ser más pequeña merece la muerte, su vida puede ser tan valiosa como la mía); mientras que otros disfrutan de ver el sufrimiento y el miedo en los ojos de los demás.

No me lamento de mi pasado, al fin y al cabo es eso, mi pasado, y me toca vivir el presente y seguir adelante, con mis penas y alegrías, aunque si tengo que estar alegre para que los que hay a mi alrededor estén alegres, debo intentar dejar las penas a un lado, y seguir luchando por vivir; no sentir miedo por nada en la vida, me da igual morir si es por defender lo que pienso, como dijo Che Guevara: "Prefiero morir de pie que vivir arrodillado"; y si por defender la justicia hay que pagar un precio, que más me da mi vida, para continuar viendo a diario que al mundo le da lo mismo lo que pase, si la justicia no existe, si hay que vivir con miedo ¿miedo a la verdad? ¿a defendernos?, pues no, yo cuando salga a la calle, no voy a huir, ni agachar la mirada por miedo, si algo he aprendido en la vida es a afrontar los problemas sola; como dicen: el miedo es libre y cada uno toma el que quiere...

Todavía tengo que hacer muchas cosas en la vida, pero algún día, tengo que descubrir toda la verdad, a todo el mundo y que vean a las personas cómo son en realidad, y no con la máscara con la que actúan ante otros.

Yo tal vez para la gente que me conoce seré un poco rara, no hablaré mucho, puedo aparentar frialdad,no soporto que me toquen, ni que me pongan una mano encima, (yo y mis problemas o traumas psicológicos), tampoco me gusta que me estén observando descaradamente, eso me pone nerviosa, no me gusta llamar la atención, más o menos me llevo bien con todo el mundo a mi manera y quien me juzgue sin conocerme, pues que piense lo que quiera, cada uno tiene libertad para pensar lo que le apetezca...

Una vez me dijeron más o menos ¿cómo vas a ayudar a los demás si no te ayudas ni tú misma? y llevaban razón, pero no se puede cambiar la forma de ser, la vida te hace forjar la personalidad, los valores,..., y si tu autoestima está siempre por los suelos es difícil cabiarla por mucho que o intentes a diario, además en la vida parece qu voy tropezado de un desastre a otro, es como si fuese gafe, hay días que nada sale bien, y aún así hay que seguir adelante y ovidar los días que ya han pasado; y pensar que todo lo malo que nos pasa es lo que nos hace ser más fuertes cada día.


Sierra de Luna