La carta que se convirtió en el poema...inspiración que terminó en el olvido...y nunca llegó a su destino


Aprende a escuchar la voz del alma que calla, del corazón que llora, de los suspiros que se escapan; aprende a escuchar mis silencios, porque desde esos vacíos sin palabras, mi corazón te llama, no puedo expresar una palabra, no puedo decirte todo lo que quiero, pero puedes entender lo que yo siento.

Mira mis ojos, las lágrimas tiemblan en ellos, de pensar que estoy junto a ti, y sin embargo te pierdo. Porque no puedo ir tras de ti como te gustaría, porque mi amor es sincero, porque siempre te digo con palabras mis sentimientos; no puedo demostrarte de otra forma como soy, no puedo, no sé fingir, no quiero mentir, te amo, con un amor libre y verdadero. No quiero comprar tu amor con mi cuerpo, ni con unos falsos besos, con estar a tu lado me contento, por mirar tus ojos daría mi alma, y sin embargo no soy capaz de sostener tu mirada, porque me da miedo perderte.

Porque me comprendieses daría mi alma, mi vida, porque así, siento que las estoy perdiendo. Mi pecado: es quererte. Mi condena: amarte. Mi castigo: que me obligasen a olvidarte. Añoro la libertad, pero prefiero vivir prisionera de un amor, a que los latidos de mi corazón solamente me sirvan para sobrevivir.

Mi llanto es mudo, mis lágrimas secas; nadie sabe que te amo, nadie lo sospecha. Mi amor es el silencio, el sentimiento no correspondido; unas palabras nunca dichas; un dolor nunca curado; un sangrar de mi corazón lento y doloroso que me está matando poco a poco.

Lágrimas que brotan desde lo profundo del alma; besos que se desvanecen en el vacío; palabras que aparecen y desaparecen en mi mente; silencios amargos que me ahogan con las cuerdas que intentan retener la esperanza de amarte algún día. Mi llanto silencioso te aclama, mi corazón roto te busca, pero tú no estás, solamente tu recuerdo vaga en mi mente, el recuerdo de aquel beso que me hizo descubrir el cielo, con el que pude soñar despierta a tu lado.

Miro a tus ojos, inmensos y misteriosos, sin hablar contigo, sé lo que piensas, puedo ver a través de ellos como eres; aunque no lo creas, no somos tan diferentes. Sin hablarte, puedo comprenderte, porque puedo ver tu mundo interior, porque para mi no eres simplemente lo que demuestras ser, sé que hay alguien dentro de ti, que nadie conoce; en eso somos iguales.

Sin embargo, para ti soy incomprensible, muy diferente a lo que esperas; porque no quieres ver lo que hay dentro de mí; porque aunque abra mi corazón, no escuchas lo que trato de explicarte; porque crees que todo es demasiado difícil, porque no ves más allá de lo que ven tus ojos. Por una vez intenta no sentir a través de los sentidos, y aprende a escuchar con el alma.

Mi alma desnuda vaga de noche mientras duermo, anhelando ver tu mirada en el vacío de la nada; en mis sueños te encuentro, y tu imagen se desvanece cuando despierto; no quiero despertar de ese sueño, quiero parar el tiempo, quiero el sueño eterno, para no poder despertar nunca, para no perderte, para poder estar a tu lado aunque no sea en la realidad; moriría por estar a tu lado, porque es tan inmenso lo que siento que no existen palabras para expresarlo. En esas quimeras de irrealidades, siento como tus manos recorren mi cintura, como tus brazos rodean mi cuerpo; pero nada es real y solamente encuentro tu amor en mis sueños.

En la vida se persiguen los sueños, y mi sueño, eres tú. No puedo seguirte, no puedo amarte, no puedo decirte lo que siento…, se rompen mis sueños, pierdo el único motivo que tengo para seguir luchando; pero tú no llegarás a saber nunca todo esto, no soy tu sueño aunque tú seas quien vive en los míos. Mi almohada seca mis lágrimas cuando despierto; es ella la que me escucha cuando dormida pronuncio tu nombre; cuando mi boca suspira por un beso de tus labios; si mi almohada hablase, te diría todo lo que siento, y yo no me atrevo a confesarte.

Cada vez que te veo, un “te quiero” intenta escaparse de mis labios, mi voz no se atreve a pronunciarlo, pero mis ojos que son más sinceros sí lo expresan. Somos amigos, y eso me hace más daño, saber que estoy junto a ti, que eres lo más importante que tengo en esta vida, y que, sin embargo, no sentimos lo mismo.

Si pudiera cambiar algo de mi vida, quisiera poder olvidar todo mi pasado, para que me dejase vivir mi presente. Mi tristeza, no me permite llorar; nunca me has visto feliz, ni triste, por eso no me comprendes.

Soy la voz rota y no escuchada nunca de mi pasado, el silencio de mi presente. El silencio que recriminas, las palabras que no pronuncio por miedo, no sé cómo puedo llegar a tu corazón, no encuentro el camino; no tengo la llave que abre su puerta, pero sigo buscándola. La llave de mi corazón te pertenece aunque no lo sabes, no recuerdas que la tienes, la has olvidado en alguna parte. Mi corazón sigue latiendo por ti, porque es tuyo; porque tú eres el motivo de que ese palpitar me haga vivir; tú eres el motivo de mi existencia; porque por ti me levanto cada mañana a intentar vivir un nuevo día; porque sin ti nada de este mundo tiene sentido; porque por ver tus ojos un segundo daría el resto de mi vida; porque siento que te amo, que te quiero, y que si algún día te pierdo, contigo lo perdería todo, incluso mi vida.